Estrés Postraumático
Cuando los individuos se encuentran en una situación de peligro es natural que sientan miedo. Esta sensación genera en el organismo los cambios necesarios para enfrentarlo como una reacción de protección o de huida. Para las personas que padecen de trastornos de estrés postraumático (TEP) la respuesta ante el peligro se encuentra desajustada; en otras palabras, la persona siente miedo o estrés ante un estímulo que no debe causárselo y la razón puede ser una reacción tardía ante un evento traumático del pasado. Comúnmente, el desajuste se produce después de vivir un evento traumático que dejó un daño físico o psíquico en la persona. Incluso puede afectar a los familiares cercanos que conviven con él o ella.
Entre los síntomas más importantes que se manifiestan están: sentimientos de ansiedad y angustia, flashbacks, molestias o tensión sin motivos, dificultad para dormir o comer, problemas para expresar lo que sucede, apego hacia los seres queridos hasta el punto de sentir miedo de que algo negativo les suceda a ellos o la persona misma si se encuentra sola. Estos síntomas suelen durar más de 3 meses, tiempo en el que un psicólogo puede diagnosticar con TEP a su paciente.
La persona que padece de TEP debe saber que mientras no exteriorice lo que siente, el miedo o estrés seguirá presente en su vida. Lo ideal es que, desde el primer encuentro con el especialista, el paciente se sienta en la libertad de contar todos sus malestares de manera que los síntomas vayan desapareciendo poco a poco.
La idea de asistir a las terapias de Ô Calme es para que el especialista lo asesore en el encuentro de la estrategia adecuada con el fin de encontrar tranquilidad. Esto servirá para los momentos de angustia o en los que reviva una situación traumática para que pueda llevar una vida normal, regulando la respuesta de estrés a su estado previo y acorde a la situación actual. Puede comunicarse al
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